Un día o jamás.
No sabia que la chia se podía combinar indiscriminadamente con otros líquidos que nos fuera agua. Me desperté con el sonido de una alarma de una ambulancia en la calle, y me levanté a mirar que había pasado pues temía que tuviera que ver con alguien de mi familia. Afortunadamente (o, desafortunadamente para la familia de esa persona) no fue nadie de mi círculo de amor. Me levante con el corazón llenito, agradecido, afortunado y valioso. Los últimos días no han sido tan brillantes como hoy, pero seguro que he tenido un montón de estos días antes, no lo recordaba, ahora lo sé. Soy feliz, soy amada, soy bendecida, soy afortunada, tengo salud, tengo a mi familia aliviada, tengo un trabajo y una pasión por la que trabajo en sacar adelante, ¿qué mas podría pedir? ¡LO TENGO TODO! y lo que puede llegar fuera de esto que tengo, es por adición, por bendición y abundancia, y llega más, y aunque mi corazón esté llenito, lo recibo con amor y agradecimiento. Tengo todo lo que podría pedir. Queda